jueves, 29 de diciembre de 2011

Reflexión de fin de año




Esto de ser mamá a tiempo completo no me da muchos respiros para cosas como escribir en este
blog, pero en vista de que se acaba el año, quería hacer una pequeña reflexión...


Durante mucho tiempo esperaba esta época pensando en los fiestones que venían. Los días se resumían en planear dónde, cómo, con quién, con qué.
Cuando empecé a trabajar, la tónica fue más bien "Dios quiera que no me toque trabajar". De hecho me pegué la lotería como 6 de 7 años que llevo laborando y ya fuera 24, 25, 31 o 1º de día o de noche, me tocó "celebrar" con el suertero de turno en las cuatro paredes de la farmacia.
Bueno, eso es parte de la vocación, no?

Este año, gracias a Dios que nos ha chineado, he podido pasar en mi casita, tal vez no con tanta fiesta como hubiera acostumbrado, pero si rodeada de cariño y sobre todo con el mejor regalo que he podido conseguir: mi princesita Victoria de Guadalupe!


Finalmente, les invito a reflexionar por los buenos y malos momentos del 2011, por los sueños cumplidos y los perdidos, por los altibajos, los logros y si fuera que los mayas tienen razón, a disfrutar este año que viene como si fuera el último, pues la vida vale la pena vivirla, pero vivirla al máximo siendo mejores cada día.