Estos y otros padecimientos que afectan la salud mental provocan que al que lo o la sufre le estigmaticen, le pongan una etiqueta llena de dificultades, sobre todo a nivel social.
Yo siempre he pensado que el cerebro es un órgano, tal cual lo es el corazón, el riñón, la piel y por lo tanto, una enfermedad del cerebro (o en este caso de la mente) sería similar que tener insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal o manchas en la piel.
Me explico: si bien es cierto que los padecimientos mentales provocan que el portador tenga dificultades para su inserción social pues muchas veces conllevan comportamientos no aceptados, es cierto que si existe un abordaje adecuado esos comportamientos pueden minimizarse de forma que la persona se conduzca de una forma "apropiada" con las personas a su alrededor.
El problema es el estigma :es lo que muchas veces se convierte en una barrera para que la persona acepte su condición (su padecimiento). Cuando la persona logra vencer el estigma, da el paso de aceptar el tratamiento y sobre todo convertirse en un buen cumplidor del tratamiento (medicamentoso, de terapia)
Un ejemplo de aceptación, lo vemos en la historia de John Forbes Nash, un matemático que sufre de esquizofrenia paranoide, la cual se diagnosticó en su edad adulta. Por medio la aceptación de su condición, aprende a vivir con ella y logra ganar en 1994 un Premio Nobel.
Gracias a Dios los tratamientos actuales tienen buena tolerabilidad y ayudan a la persona a desenvolverse mejor... eso sí mientras se cumpla al pie de la letra.
